Diferencia entre jamón ibérico y serrano
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Diferencia entre jamón ibérico y serrano

Si eres amante de la carne roja Premium, seguramente has oído hablar del jamón ibérico y del jamón serrano en más de una ocasión. 

Ambos son delicias culinarias que deleitan los paladares de los aficionados a la carne. 

En este artículo, vamos a explorar en detalle las diferencias entre estos dos tipos de jamón, desde su apariencia hasta su sabor, aroma y proceso de curación. Así que, si alguna vez te has preguntado qué los distingue, sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber.

¿Cómo se diferencia entre jamón ibérico y serrano a simple vista?

El mundo del jamón además de fascinante es, sin duda, delicioso.

Empecemos primero por ver esa diferencia entre ambos tipos de jamones a simple vista.

A simple vista, la principal diferencia entre el jamón ibérico y el jamón serrano radica en el color y la apariencia de la carne. 

El jamón ibérico suele tener una tonalidad más oscura, casi roja, mientras que el jamón serrano tiende a ser de un tono más claro, rosado o incluso pálido. 

Además, el jamón ibérico a menudo presenta vetas de grasa intramuscular que le dan un aspecto marmoleado, mientras que el jamón serrano tiende a tener menos grasa visible.

 

Sabor, textura y aroma

El sabor es uno de los puntos más emocionantes al hablar de jamón, y el que más nos gusta también, ¿verdad?

         Textura del jamón ibérico

El jamón ibérico se destaca por un sabor combinado de diferentes matices, intenso que puede recordarte a las nueces, con un toque dulce al final y que perdura en el paladar.

Si nos adentramos en la textura, notarás que el jamón ibérico es como un abrazo suave para tus papilas gustativas. 

Ésta dependerá principalmente de estos tres factores:

  • La alimentación de los cerdos

El primer factor clave es la alimentación de los cerdos. 

Los cerdos ibéricos tienen la suerte de disfrutar de una dieta rica en bellotas durante la época de la montanera. 

Estas bellotas aportan grasas saludables a su dieta, lo que se traduce en una carne más infiltrada de grasa y, por lo tanto, en una textura más jugosa y suave. 

Las bellotas son como el secreto mágico que transforma al cerdo en un creador de texturas maravillosas.

  • El proceso de curación

Otro factor determinante es el proceso de curación. 

El jamón ibérico es sometido a un largo y meticuloso proceso de maduración que puede durar de 24 a 36 meses. 

Durante este tiempo, la carne se seca lentamente en condiciones controladas, lo que permite que los sabores se concentren y la textura se vuelva más tierna. 

Es como una larga historia de amor entre la carne y el tiempo y el resultado es una textura que se deshace en la boca.

  • La genética de los cerdos

La genética de los cerdos también juega un papel importante en la textura del jamón ibérico. 

Los cerdos de raza ibérica tienen una mayor capacidad para infiltrar grasa en la carne, lo que contribuye a esa textura suave y jugosa que tanto adoramos. 

Es como si estuvieran programados genéticamente para ser los artistas de la textura.

         Textura del jamón serrano

El jamón serrano tiene una textura que puede describirse como una combinación de sabrosa firmeza y un ligero toque de terneza. Es como un baile perfecto entre la carne y el paladar, una experiencia en la que cada bocado es una deliciosa sorpresa.

Entonces, ¿Qué factores hacen que el jamón serrano tenga esta textura tan especial?

Son los mismos que los del jamón ibérico, pero con diferencias importantes:

  • La raza del cerdo

Los cerdos de raza blanca, utilizados para elaborar el jamón serrano, tienen una carne que tiende a ser más firme en comparación con los cerdos ibéricos. Esto se debe a las diferencias en su genética y alimentación.

  • La alimentación

 La dieta de los cerdos que se crían para el jamón serrano es diferente. A menudo, se alimentan con piensos y forrajes, lo que influye en la textura de la carne. Menos grasa infiltrada y una dieta distinta dan como resultado una textura más firme.

  • El proceso de curación 

El tiempo de curación del jamón serrano varía, pero suele ser más corto que el del jamón ibérico. Este proceso de secado controlado afecta directamente a la textura. Menos tiempo de curación significa que la carne retiene más humedad y, por lo tanto, puede ser más firme.

Y, por último,  el aroma... ah, el aroma…

El jamón ibérico te sorprenderá con su fragancia profunda y tentadora, mientras que el jamón serrano tiene un aroma más suave y menos llamativo.

Proceso de curación

Ahora, hablemos del proceso de curación, ese paso crucial que da vida a estos manjares.

El jamón serrano se elabora principalmente con cerdos de raza blanca. 

Su nombre "serrano" proviene de las montañas donde tradicionalmente se cura. La carne se frota con sal y se cuelga en secaderos naturales durante meses, a veces incluso años, para lograr su deliciosa madurez.

Por otro lado, el jamón ibérico proviene de cerdos ibéricos criados en el suroeste de la península ibérica. 

Estos afortunados cerdos disfrutan de una dieta especial que incluye bellotas, lo que le da a este jamón su sabor único. 

El jamón ibérico se cura pacientemente durante 24 a 36 meses, lo que contribuye, como hemos dicho antes,  a su textura y sabor excepcionales.

  

¿Qué es el jamón ibérico?

Características, curación y raza

Veamos ahora las características, el proceso de curación y la raza que  hace único al jamón ibérico.

           Características del Jamón Ibérico

Una de las particularidades más destacadas del Jamón Ibérico es su contenido de grasas saludables.

Estas grasas provienen en gran parte de la alimentación de los cerdos ibéricos, que incluye una dieta rica en bellotas. 

Las bellotas aportan grasas monoinsaturadas, similares a las presentes en el aceite de oliva. 

Estas grasas son conocidas por ser beneficiosas para la salud cardiovascular, ya que ayudan a reducir el colesterol LDL (colesterol "malo") y aumentan el colesterol HDL (colesterol "bueno"). 

Esto no solo añade una dimensión de sabor al jamón, sino que también lo convierte en una opción más saludable en comparación con otras carnes ricas en grasas saturadas.

En cuanto al colesterol, es importante destacar que, a pesar de su contenido graso, el Jamón Ibérico no es necesariamente una fuente significativa de colesterol en la dieta. 

Además, la calidad de las grasas presentes en el jamón, junto con sus otros componentes nutricionales, hacen que sea una elección culinaria equilibrada cuando se consume con moderación.

Otro elemento a considerar son los ácidos grasos omega que se encuentran en el Jamón Ibérico, en particular, el ácido oleico. Este ácido graso monoinsaturado es conocido por sus beneficios para la salud, incluida la protección del sistema cardiovascular y la reducción de la inflamación.

Así que, cuando disfrutas de una deliciosa loncha de Jamón Ibérico, no solo estás saboreando su textura suave y su sabor inigualable, sino que también estás obteniendo beneficios para tu salud, ¿Qué más se puede pedir?

          El proceso de curación

El proceso de curación del Jamón Ibérico es un arte en sí mismo. 

Después de la selección de las patas de cerdo, estas se someten a una minuciosa salazón para dar inicio al proceso de secado y maduración. La duración de este proceso puede variar, pero generalmente oscila entre 24 y 36 meses

Durante este tiempo, las patas se cuelgan en secaderos naturales donde el aire fresco y las condiciones controladas permiten que la carne desarrolle su sabor y textura únicos.

La paciencia y el cuidado en el proceso de curación son esenciales para lograr la calidad excepcional del jamón ibérico. El resultado es una carne que se deshace en la boca, con una textura suave y deliciosa.

           La raza del cerdo Ibérico

La raza del cerdo Ibérico es fundamental para entender por qué el Jamón Ibérico es tan especial. 

Estos cerdos son originarios de la península ibérica y se caracterizan por su capacidad para infiltrar grasa en la carne de una manera única. 

Su dieta incluye bellotas y pastos, lo que les proporciona grasas saludables y sabores distintivos que se transfieren al jamón.

La genética de los cerdos ibéricos está diseñada para crear una carne con un alto contenido de grasa intramuscular, lo que contribuye a su textura jugosa y sabor inigualable.

           Jamón Ibérico y jamón Abrasador

En nuestra tienda vas a encontrar el jamón abrasador cuya principal diferencia es que viene de una madre pura ibérica y un padre de raza duroc, alimentados con pastos, hierbas y cereales naturales y criados en granjas propias del grupo Abrasador.

Por lo demás seguimos el mismo proceso y cuidados que el jamón ibérico. 

¡Por eso, es uno de nuestros productos estrella! 

 

¿Qué es el jamón serrano?

Elaboración, procedencia y técnicas de Curación

El Jamón Serrano es una joya gastronómica que se originó en las montañas de España, y su elaboración es una verdadera obra de arte culinaria. 

Te contamos un poco más sobre este exquisito manjar.

         Origen y procedencia

El jamón serrano, como su nombre lo sugiere, proviene de las montañas o "sierras" de España. 

Tradicionalmente, se elabora con cerdos de raza blanca, y su origen se remonta a siglos atrás, cuando se buscaban formas de conservar la carne de cerdo durante largos períodos.

         El proceso de curación

La elaboración del jamón serrano es un proceso minucioso que comienza con la selección de las patas del cerdo

Estas se frotan con sal marina y se dejan reposar durante un período de tiempo específico, según el tipo de jamón que se desee obtener.

 Luego, las patas se cuelgan en secaderos naturales, donde el aire fresco de la montaña juega un papel esencial en la maduración de la carne.

Durante este proceso de curación, que puede durar varios meses, la carne se seca lentamente y desarrolla su sabor característico y su textura firme pero deliciosa. 

La temperatura y la humedad se controlan cuidadosamente para lograr la calidad deseada.

 

Tipos de Jamón Serrano

Existen varios tipos de Jamón Serrano, cada uno con sus propias características y nivel de calidad.

Jamón Serrano Bodega

Este tipo de jamón se caracteriza por su período de curación moderado, que suele ser de al menos 9 meses. Es perfecto para aquellos que disfrutan de una textura más firme y un sabor más suave.

Jamón Serrano Reserva

El Jamón Serrano Reserva se cura durante un período más largo, generalmente alrededor de 12 meses o más. Esto le confiere un sabor más profundo y una textura más suave y jugosa.

Jamón Serrano Gran Reserva

El Jamón Serrano Gran Reserva es la cúspide de la excelencia. Se cura durante un tiempo prolongado que puede superar los 15 meses. Su sabor es excepcionalmente rico, y su textura es suave y derretida en el paladar.

 

¿Qué es más sano jamón serrano o ibérico?

El jamón serrano suele tener un contenido de grasa más bajo en comparación con el jamón ibérico, ya que los cerdos de raza blanca utilizados para su producción tienden a ser más magros. Esto puede hacer que el jamón serrano sea una opción más adecuada si estás buscando una alternativa con menos contenido graso.

Por otro lado, el jamón ibérico es conocido por su contenido de grasas saludables procedentes de la dieta de bellotas de los cerdos. Estas grasas monoinsaturadas, similares a las presentes en el aceite de oliva, son beneficiosas para la salud cardiovascular y pueden ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol "malo").

Ambos tipos de jamón son una excelente fuente de proteínas de alta calidad, lo que los convierte en opciones saludables para mantener y desarrollar tejidos musculares.

 

¿Cómo se sabe si un jamón es ibérico?

Hay algunas características clave que te ayudarán a determinar si estás ante un auténtico jamón ibérico:

1. Etiqueta y sello de calidad

Uno de los métodos más sencillos para identificar un jamón ibérico es revisar la etiqueta y el sello de calidad. En España, los jamones ibéricos suelen llevar etiquetas que indican su raza y calidad. Busca sellos de calidad como el "Denominación de Origen Protegida" (DOP) o el "Consejo Regulador," que garantizan la autenticidad y la calidad del producto.

2. La forma de la pezuña

Otra pista reveladora es observar la forma de la pezuña del jamón. Los jamones ibéricos a menudo tienen una pezuña en forma de "V" o "pata negra." Esta característica es típica de los cerdos ibéricos y puede ayudarte a distinguirlos de otros tipos de jamón.

3. El color y la apariencia

El color y la apariencia de la carne también son indicativos. El jamón ibérico suele tener una carne más oscura y vetas de grasa intramuscular que le dan un aspecto marmoleado. Observa si la carne tiene estas características, ya que son comunes en los jamones ibéricos.

4. Información del productor

Si tienes acceso a la información del productor o proveedor, es una excelente manera de verificar la autenticidad del jamón. Pregunta sobre la raza de los cerdos utilizados, su alimentación y el proceso de curación. Los auténticos jamones ibéricos suelen provenir de cerdos ibéricos alimentados con bellotas y curados durante un período de tiempo específico.

Esperemos que este post te haya hecho casi un experto en jamón ibérico, jamón Abrasador  y jamón serrano y en tu próxima compra puedas tomar una decisión bien argumentada.

Y ahora, ¡a disfrutar!